Dado nuestro interés en la reflexión sobre la seguridad, en estas breves líneas se intentará hacer una ligera aproximación a las oportunidades y los retos que tiene la seguridad ciudadana, en las autonomías y en las ciudades españolas, ante los resultados, - todavía a falta de concreción real- en las pasadas elecciones autonomías y municipales. Dado que se intuye cierto cambio filosófico respecto a la seguridad en los nuevos partidos ganadores. Parece que la primera consideración tendría que ver con el marco o modelo policial vigente. El margen de maniobra legal para las nuevas autoridades autonómicas/locales (AAL) bajo este “corsé[1]” -caduco en el mejor de los casos, o sobrepasado por la realidad, en el peor- es relativamente limitado. No obstante, no debemos obviar que bajo ese escaso margen legal se crearon, por ejemplo, las llamadas BESCAM en la Comunidad Autónoma de Madrid. ¿Permitiría este marco realizar una apuesta decidida para un cambio de visión y filosófico de la seguridad autonómica/local? Hay otros detalles a tener en cuenta, y que podrían condicionar este presumible cambio de filosofía en la seguridad local/autonómica. Tendrán margen las nuevas corporaciones municipales y autonomías para cambiar ciertos aspectos relacionados con algunas disfunciones de carácter gremial u otras “pesadas” rutinas adquiridas. Que grado de creatividad e innovación están dispuestos a imprimir a la gestión de los recursos humanos autonómicos y municipales y hasta dónde lo permitirá ese otro “corsé”, en este caso el Estatuto del Empleado Público. Lamentablemente, todavía conviven en un mismo espacio local/autonómico, -y no siempre armónicamente- la excelencia, la calidad, y la eficiencia, con algunos de sus adjetivos opuestos. Verdaderamente, ¿está en la mano de estas nuevas AAL un cambio de semejante magnitud?. ¿Sabrán utilizar la inteligencia laboral presente en esas administraciones en beneficio de los administrados? Probablemente estas preguntas con la que han finalizado los párrafos anteriores, nos podrían ofrecer ciertas pistas (¿falsas?) sobre el margen futuro y las medidas relativas a una nueva filosofía de la seguridad ciudadana. Pero no tendríamos en cuenta algunos aspectos críticos que ya habían cambiado antes de estas elecciones, y que ahora parece que han cristalizado, y que podrían resumirse (de forma algo sintética) en el término telépolis, tecnopolítica[2], o en una “nueva era de las redes”. Como ciudadanos experimentamos al segundo las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Nos informamos –y/o desinformamos-, opinamos, compartimos y actuamos en red. La elección del Presidente Obama, la llamada Primavera Árabe, el 15 Mayo (2011), o las recientes elecciones del 24 Mayo, se comprenden mejor bajo este prisma “enredado”. ¿Cuantos habían apostado por Obama, Oltrá, Colau, Carmena, Iglesias o Rivera?. No hay duda de que los nuevos ciudadanos empoderados y las redes tecnológicas están cambiando rápidamente el panorama político glocal[3] (social, económico, o securitario, entre otros). Este nuevo ciudadano está utilizando internet para ayudar a cambiar poderosamente la vida de sus semejantes, y también cree que puede cambiar la política de la gestión municipal, y la administración de la seguridad en sus comunidades y en sus ciudades. Los nuevos partidos han sabido utilizar las redes, y se han apoyado en la denominada sabiduría de las multitudes. ¿Podrán ahora imaginar nuevas arquitecturas administrativas? y sobre todo ¿construirán un encaje eficiente, en beneficio del ciudadano, entre las administraciones públicas actuales, que todavía se mueven entre lo decimonónico y lo digital y las que ya imaginan?. Finalmente, ¿permitirá la proximidad de las próximas elecciones generales a estas nuevas AAL una apuesta decidida por el cambio?. Innovación, creatividad, redes, investigación, inteligencia colectiva (intra-administrativa y ciudadana) transparencia, empoderamiento y voluntad política, son algunos de los términos que definen algunos de los retos y también las oportunidades, tanto en la administración local, como en la gestión concreta de una seguridad ciudadana inteligente. ----- [1] Quizás sorprenda que a pesar de este modelo sea la Guardia Civil, las Policías y el Ejército, las instituciones públicas más valoradas por los españolas. [2] Javier Echeverría: “Los Señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno” (http://www.planetadelibros.com/los-senores-del-aire-libro-1255.html) y Antoni Gutíerrez Rubí (http://www.gutierrez-rubi.es/wp-content/uploads/2014/11/Tecnopol%C3%ADtica.pdf ) [3] Global más Local.
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José Manuel Rábade RocaPh.D. Ciudadano crítico. Trabajando e investigando en seguridad, pero ante todo abierto al cambio. Archivos
Noviembre 2023
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