.La AI invita a co-crear a especialistas en tecnología y humanidades para hacer esta apasionante tecnología lo más inclusiva y justa posible.
La IA está presente de forma silenciosa en muchas de nuestras interacciones con el mundo y los demás (la geolocalización, los mensajes de voz, las redes sociales, nuestras compras...). Podremos ver cómo la IA, uno de los principales motores de la actual revolución industrial que vivimos, plantea muchos retos no solo vinculados al impacto en tecnología y los procesos sino también, y mucho más importante, al impacto socio-económico. La AI invita a co-crear a especialistas en tecnología y humanidades para hacer esta apasionante tecnología lo más inclusiva y justa posible. Cristina Aranda: es doctora en Lingüística Teórica y Aplicada, licenciada en Filología Hispánica, Máster en Internet Business y directora del Módulo de Data in Real Life del Master Data Analytics del ISDI. Cristina Aranda trabaja en el Desarrollo de Negocio para Europa en Taiger, empresa de Inteligencia Artificial. Tiene más de 17 años de experiencia en marketing, innovación y transformación digital con empresas del Ibex35, Top500, Pymes y Startups. Cofundadora de Mujeres Tech. Pertenece a la mesa de género de la Secretaría de Estado de Agenda Digital (Red.es), en 2018 fue considerada por Business Insider como una de las españolas del mundo de la tecnología que se deben seguir en Twitter, por la revista Emprendedores una de los 9 jóvenes emprendedores más influyentes y ha sido seleccionada como una de las mujeres Top 100 más influyentes de España. Nuria Oliver: es científica en Data-Pop Alliance, asesora científica principal del Instituto Vodafone y miembro de ELLIS. Tiene un doctorado en Inteligencia Artificial del MIT con más de 20 años de experiencia en investigación en MIT, Microsoft Research (Redmond, WA) y es la primera directora científica en Telefónica R&D y la primera directora de investigación en ciencia de datos en Vodafone a nivel mundial. Co-inventora de 41 patentes. Científica distinguida de ACM y miembro de la Academia CHI. Miembro de la ACM, la Asociación Europea de Inteligencia Artificial y del IEEE. Tiene un doctorado honorario de la Universidad Miguel Hernández. Premio MIT TR35 Young Innovator (2004), el premio Rising Talent del Foro de Mujeres para la Economía y la Sociedad (2009), el premio Digital Digital Woman of the Year (2016), la Medalla al Mérito Empresarial y Social por parte del Gobierno Valenciano (2017), el Premio Nacional de Informática de España (categoría Angela Ruiz Robles, 2016), el Ingeniero del Año por el COIT (2018) y el Premio al Científico de Datos del Año ( 2019). También ha sido nombrada una de las 11 personas más influyentes en IA en el mundo por Pioneering Minds (2017), una "mente maravillosa en tecnología" en España por el periódico EL PAIS (2017), "una destacada directora femenina en tecnología" ( El PAIS, 2012), uno de los "100 líderes para el futuro" (Capital, 2009) y uno de los "40 jóvenes que marcarán el próximo milenio" (El PAIS, 1999). https://twitter.com/MujeresTech. Mañana día 18 en IMMUNE: Paseo de la Castellana 89. Baja las escaleras hacia la Plaza de Pablo Ruiz Picasso. Verás un cartel grande de IMMUNE Technology Institute, a mano derecha de las escaleras. ¡Ahí estamos! Llámanos si tienes cualquier problema 911 011 640. ASISTENCIA.
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Conferencia de Fidel González Rouco-'Cambio climático: ciencia, irreversibilidad y compromiso'30/1/2020 El pasado día 28 de enero de 2020, Fidel González Rouco, profesor de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense e investigador del Instituto de Geociencias del CSIC, fue contundente al referirse al cambio climático como un proceso “irreversible y provocado por la actividad humana”. Este investigador ofreció una conferencia en la Fundación Ramón Areces, organizada en colaboración con la Real Sociedad Española de Física, bajo el lema 'Cambio climático: ciencia, irreversibilidad y compromiso'. En : MAS QUE NEGOCIO Los premios reconocían las labores de mejor Data Scientist de España, mejor iniciativa empresarial de Big Data y mejor trabajo periodístico de datos del año. Mejor Data Scientist para un arquitecto Big Data del Banco Santander. Iván Gómez Carretero, arquitecto Big Data del Banco Santander, ha sido premiado en la categoría de ‘Mejor Data Scientist’ por su proyecto: “La explicabilidad de algoritmos para la detección del cáncer de colon”. El objetivo de este reto era explicar las conclusiones de los algoritmos cuando predicen una patología oncológica, utilizando para ello un conjunto de datos con variables médicas y comparables de enfermos que no desarrollaron la enfermedad, frente a los que sí lo hicieron. Su trabajo, basado en el aprendizaje automático, ha permitido determinar que las constantes relacionadas con la glucosa, la creatinina, los linfocitos y la edad son las que más influyen y explican que un paciente padezca este tipo de cáncer. Mejor Iniciativa Empresarial o de Administración Pública Big Data. La compañía de Transportes Interurbanos de Tenerife se ha basado en un plan de transformación en torno a dato tradicional para optimizar su funcionamiento. “Real Time OD Matrix Estimation”, les ha permitido ser seleccionados como la ‘Mejor Iniciativa Empresarial o de Administración Pública Big Data’. A través del almacenamiento de datos en tiempo real sobre el destino de los pasajeros y la aplicación a las conclusiones de enfoques predictivos han sido capaces de mejorar la red de transportes, consiguiendo, entre otras ventajas, planificar mejor los servicios con menos recursos, detectar las demandas de transporte no atendidas en determinados horarios y que los pasajeros minimicen el número de trasbordos. Mejor Trabajo Periodístico de datos del año para Vocento. El proyecto RADAR del grupo editorial Vocento nació como una necesidad interna de contar con una herramienta que pudiera ayudar a los redactores a cruzar datos electorales y sociodemográficos para que pudieran responder rápidamente a preguntas cómo: ¿qué partido ha sido el más votado en las regiones con más inmigración? Su diseño y fácil uso, que permite su utilización más allá de las citas electorales, ayuda a conocer las necesidades de la España vacía gracias a un uso magistral del cruce de información anonimizada proveniente de: la Agencia Tributaria, el EPE, la Seguridad Social y el INE. Dicho proyecto ha llamado la atención del jurado, y ha sido elegido el ‘Mejor Trabajo Periodístico de datos del año’. Como señaló Elena Gil, CEO de LUCA: Con los Data Science Awards Spain queremos poner en valor el gran trabajo de empresas, Administraciones Públicas, profesionales de la ciencia de datos y periodistas que hoy ya están sacando el máximo beneficio del Big Data y la Inteligencia Artificial. Mención de honor para Newtral. Además de estos tres premios, el jurado, compuesto por expertos en el ámbito académico, empresarial, de innovación y comunicación, ha querido hacer una mención de honor al Análisis y comparativa de técnicas de similitud entre textos orientada a su aplicación el fact checking, presentado por la startup fundada por la periodista Ana Pastor, Newtral, para ayudar a que las herramientas detecten e identifiquen más fácilmente las noticias falsas. Los premios Data Science Awards se han celebrado al final de la jornada “Inteligencia Artificial: bajo el microscopio”, en la que expertos en inteligencia artificial, Big Data y periodismo, han debatido sobre las Fake News, y han acercado al público el proyecto de la RAE para introducir el español en el mundo del machine learning. El transporte, el ganado, el cemento y la energía emiten, aproximadamente, 40 mil millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año. La acumulación y el incremento de las cantidades de CO2 afectarán, dramáticamente, la vida en la tierra. Esta tendencia es claramente insostenible. En el simposio se ha tenido la oportunidad de conocer, de primera mano, las invenciones y soluciones tecnológicas sostenibles desarrolladas por el profesor Ian Hunter, galardonado inventor, científico, emprendedor y profesor del MIT. Estas invenciones disruptivas cambiarán el mundo y mejorarán la humanidad. Acompañaron al profesor Hunter los CEOs de las principales empresas cofundadas por él y creadas a partir de sus investigaciones, inyecciones indoloras sin aguja, sistemas de propulsión en ruedas, automóviles alimentados con energía solar y baterías a base de carbono, entre otras. Cerró la jornada, un alto ejecutivo de Fonterra, el principal exportador de productos lácteos del mundo, quien presentará una solución para eliminar el metano producido por el ganado, una tecnología también inventada por el profesor Hunter, y la Dra. Lynette Jones, quien expondrá un nuevo enfoque de educación en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Entrevista en ABC a Ian Hunter Este hombre hará que luches contra el cambio climático por placer. Ian Hunter, inventor con 200 patentes y profesor en el MIT, desarrolla tecnologías atractivas para cambiar el mundo.«Odiaba la escuela». Cuando era tan solo un preescolar, el neozelandés Ian Hunter, ahora profesor de Ingeniería Mecánica y director del Laboratorio de Bioinstrumentación en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), prefería quedarse en casa construyendo artefactos que acudir al colegio. Conocedores de los precoces intereses del pequeño, sus padres no le obligaban a ir a clase cada día. Si hacía falta, daban una excusa: una fiebre, un dolor, no se encontraba bien... Y realmente el crío sacó provecho de sus faltas. Fundó su primera compañía con 9 años, a los 10 publicó el primero de su más de medio millar de artículos científicos (sobre una radio miniaturizada de transistor único) y a los 14 construyó un cromatógrafo de gas líquido para análisis químicos. «No era un niño prodigio, solo tuve la suerte de crecer en un hogar donde me dieron la oportunidad de crear cosas con herramientas y componentes electrónicos», asegura el inventor. Hoy es autor de más de 200 patentes y fundador de 25 compañías. Sus ideas son variopintas -incluido un sistema indoloro de inyecciones sin agujas-, pero la mayoría están dirigidas a cambiar el mundo con soluciones sostenibles que, al mismo tiempo, supongan un beneficio para el usuario. Entre ellas, un automóvil solar transformable de bajo coste, un motor en las ruedas o un sistema para eliminar las emisiones de metano de las vacas. Ha explicado en qué consisten durante una jornada celebrada esta semana en la Fundación Ramón Areces en Madrid. –¿Cuál es el secreto de su ingenio? –No lo sé, pero me gusta plantear los problemas. Y siempre me aseguro de que tengo conocimientos sobre distintas disciplinas para poder encontrar una solución. He sido profesor en departamentos de ingeniería mecánica, eléctrica y biomédica, bioingeniería, cirugía, fisiología, psicología y un par mas. –Vaya, no es lo habitual. Nos empeñamos en la especialización. –Sí, el sistema educativo dificulta tener pasión por distintas disciplinas. Por lo general, queremos que los alumnos se concentren en un tema. Eso me preocupa mucho porque los principales problemas de este mundo precisan de distintos conocimientos para poder alcanzar una solución. –Ha ganado numerosos premios como profesor, ¿qué le hace diferente? –Me encanta enseñar. No me gusta dar clases magistrales, por eso tenemos un nuevo sistema en el MIT por el que los alumnos aprenden haciendo en vez de estar sentados escuchando. Es lo mismo que aprender a tocar el violín. Aprendes tocando. –¿Pretende mejorar el mundo con sus inventos? –Me preocupa mucho lo que le estamos haciendo al planeta, así que es cierto que dedico mucho tiempo a desarrollar inventos en ese sentido. Pero tengo que ser sincero: disfruto de inventar. Me da placer. Posiblemente, como les pasa a los artistas cuando se dedican a esculpir o pintar. –¿Cree que la solución del cambio climático pasa por la tecnología? –Desde luego. En vez de amenazar, acosar, multar o poner impuestos a la gente para que adopte un estilo de vida más respetuoso con el medioambiente, prefiero crear tecnologías que sean deseables y atractivas. De esta manera, su comportamiento cambiará por propia iniciativa. –¿Cuáles son sus propuestas? –Tengo dos buenos ejemplos que me hacen ver el futuro de manera muy optimista. El año pasado, los humanos produjeron 40 x 10 elevado a 12 kilos de CO2. De ellos, coches, camiones, autobuses, aviones y equipamiento agrario representan una buena cantidad. Por eso, y este es el primer ejemplo, estamos desarrollando un nuevo tipo de coche eléctrico diez veces más barato que los existentes y con un consumo energético diez veces menor, alimentado a partir de paneles solares que llevan encima. –Pero ya hay coches solares... –Sí, pero si además conseguimos que sean divertidos de conducir y les añadimos comportamientos que ahora los vehículos no tienen, por ejemplo subir escaleras o convertirse en formas muy compactas para poder aparcar, yo creo que la gente sí querrá comprarlos o alquilarlos. No tienes que acosar ni hacer sentir mal a nadie por usar una tecnología, sino crear algo sostenible que quiera. –¿Qué aspecto tendrán esos vehículos? –Hemos hecho unos prototipos muy ligeros y aerodinámicos. De momento alcanzan los 120 km por hora, pero tienen la capacidad de llegar a mucho más. Además, en una de mis empresas, Indigo Technologies, hemos creado un sistema de transferencia de energía inalámbrica, de manera que podemos transferir la energía de un vehículo en movimiento a otro que esté viajando cerca por la carretera. Si yo tengo más energía que la que necesito para llegar a destino, se la doy o se la vendo a alguien a quien le haga falta porque va a viajar a una distancia mayor, por ejemplo. –¿Cuándo saldrán al mercado? –Espero que en un futuro próximo podamos fabricar un vehículo familiar pequeño donde el coste de fabricación sea inferior a 2.000 euros. –Es bajísimo. –Sin lugar a dudas, pero una de las claves para hacer la tecnología deseable es un coste muy bajo. Si el coche nos costara lo mismo que un Tesla, que solo se pueden permitir los ricos, no podríamos conseguir el impacto deseado en cuanto a la reducción de la contaminación en todo el mundo. Necesitamos coches que el ciudadano medio se pueda permitir, incluidos los de los países en desarrollo. –¿Y su segundo ejemplo? –Hay 1.000 millones de coches en el planeta... y 1.500 millones de vacas. La vaca lechera o de carne produce 3.000 kilos de CO2 equivalente al año, tanto como un coche. Si se les marca un impuesto a los agricultores por estas emisiones acabarían sin un duro. Por eso, queremos capturar el metano que producen las vacas y convertirlo en energía eléctrica. –¿Cómo lo harían? –Utilizaríamos la transferencia inalámbrica de energía, a la que ya he hecho referencia, para pasar la energía de la vaca a una batería orgánica desarrollada por nuestra compañía PolyJoule. De este modo, el metano deja de ser un problema y se convierte en una oportunidad económica. De nuevo, un problema que se convierte en solución. –Propone utilizar robots como ayudantes de los ganaderos. -Sí. Estamos desarrollando dos tipos de robots que se utilizarían en explotaciones lácteas donde las vacas son de libre pastoreo. Uno se llama K9 (suena igual que «canine», la palabra inglesa para canino), un robot de cuatro patas del tamaño de un perro de granja, y un robot tractor oruga. Ellos harán tareas de lo más variadas, entre ellas recoger el estiércol. Este proyecto está en curso y trabajamos con Fonterra, una de las mayores empresas lácteas del mundo y la más grande de Nueva Zelanda. –¿Sus inventos le han hecho rico? –He hecho suficiente dinero, así que cuando monto una empresa nueva soy mi propio inversor. No tengo que convencer a los demás para que me den dinero, solo a mí mismo. Los inventos de Hunter. El coche solar: Un vehículo barato, ligero y aerodinámico, «divertido de conducir». Sube escaleras, se transforma para aparcar sin esfuerzos y puede transferir energía a otros. De momento, el prototipo alcanza los 120 km por hora. Motor en las ruedas: Con suspensión activa integrada, promete liberar a los diseñadores de vehículos de las limitaciones de encapsular un tren motriz tradicional y permite un diseño eficiente. Inyecciones sin agujas: El miedo o la ansiedad provocado por las agujas hace que algunos pacientes de enfermedades crónicas como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple o la psoriasis dejen sus tratamientos. Esta plataforma de suministro de medicamentos sin aguja está controlada por ordenador y es fácil de utilizar. Baterías orgánicas: Este nuevo sistema de almacenamiento de energía es barato, no utiliza litio y está desarrollado para la red eléctrica. Responde en microsegundos. Puede elaborarse con carbón, petróleo, gas natural o, llegado el momento, CO2. «No quemes combustibles fósiles, conviértelos en dispositivos de almacenamiento de energía eléctrica», dice Hunter. Granjas sostenibles: Una batería orgánica puede convertir el metano producido por las vacas en energía. Reduce la contaminación y los ganaderos obtienen otra fuente de ingresos. El proyecto está en marcha en la gigantesca cooperativa de nutrición láctea Fonterra, en Nueva Zelanda, propiedad de 10.000 agricultores y sus familias. En la VANGUARDIA. Un sistema de computación cuántica desarrollado por Google ha realizado en doscientos segundos una tarea que, según los cálculos de la compañía, le hubiera costado 10.000 años al superordenador más potente del mundo. El avance, presentado hoy online en la revista Nature , es la primera demostración empírica del concepto de supremacía cuántica. Este concepto, predicho por la física teórica, postula que los ordenadores cuánticos serán capaces de realizar tareas que están fuera del alcance de los ordenadores convencionales. Se trata de “un hito en la computación de importancia comparable a los primeros vuelos de los hermanos Wright”, destaca William Oliver, investigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts que no ha participado en el proyecto de Google, en un artículo de valoración del trabajo publicado en Nature. Pero al igual que pasaron décadas entre los vuelos de los hermanos Wright y el desarrollo de la aviación comercial, el nuevo sistema de computación cuántica no tendrá aplicaciones prácticas a corto plazo. "Un hito en la computación de importancia comparable a los primeros vuelos de los hermanos Wright” A más largo plazo, las aplicaciones potenciales incluyen –entre muchas otras- el desarrollo de fármacos, la creación de nuevos materiales o la optimización del tráfico. Los ordenadores cuánticos “tendrán un impacto que no podemos prever, pero que será enorme”, predijo el físico Ignacio Cirac, director del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica y pionero de la computación cuántica, en una entrevista con La Vanguardia el año pasado. “No sólo acelerarán muchos cálculos, sino que permitirán realizar cálculos que ahora no son posibles”. La supremacía cuántica se ha demostrado en una tarea de identificación de patrones en una serie de números aparentemente aleatorios, sin ambición de tener utilidad práctica. El equipo de Google ha desarrollado el procesador cuántico Sycamore formado por 54 qubits, o bits cuánticos. A diferencia de los bits clásicos, que pueden optar entre dos valores –cero o uno-, los qubits pueden adoptar ambos valores a la vez gracias a una propiedad cuántica de las partículas llamada superposición. Esto permite aumentar la capacidad de computación de manera exponencial con cada nuevo qubit que se añade al sistema. Sin embargo, los qubits deben mantenerse a temperaturas próximas al cero absoluto, y estar aislados para evitar perturbaciones de otras partículas. Esta dificultad técnica ha limitado hasta ahora el desarrollo de la computación cuántica ya que, cuantos más qubits se intentan añadir a un sistema, más fácil es que pierdan sus propiedades de computación. Utilidad potencial Las aplicaciones posibles incluyen el desarrollo de fármacos y la creación de nuevos materiales. En el caso del procesador Sycamore, uno de los qubits funcionó de manera defectuosa, por lo que el experimento se realizó finalmente con 53 qubits. Estos 53 qubits pueden adoptar unos 10.000 billones de estados cuánticos distintos (o 2 elevado a la potencia 53). Han colaborado con Google en el proyecto trece instituciones científicas de Estados Unidos y Alemania, que incluyen universidades, centros de supercomputación y la NASA. El rendimiento del procesador cuántico Sycamore se comparó con el del superordenador Summit instalado en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge en Tennessee. Con una capacidad de 200 billones de operaciones por segundo, Summit es actualmente el superordenador más potente del mundo. Pero fue incapaz de igualar las prestaciones del Sycamore. En un primer test con una muestra de sólo un millón de muestras de números aleatorios, Sycamore necesitó 200 segundos para resolver la prueba. A Summit le bastaron 130, aunque después necesitó cinco horas más para verificar que su resultado era correcto. Pero en cuanto se aumentó la complejidad del test, Sycamore siguió dando resultados en 200 segundos. Un cálculo de cuánto habría que esperar para que Summit llegara al mismo resultado concluyó que le harían falta 10.000 años, y que necesitaría varios millones de años adicionales para completar los tests de verificación. Polémica entre IBM y Google IBM cuestiona que Google haya conseguido la supremacía cuántica El anuncio de Google ha desatado una polémica con la compañía IBM, que construyó el superordenador Summit. IBM asegura que no le harían falta 10.000 años sino sólo dos días y medio para igualar el cálculo de Sycamore. Sigue siendo mucho más de doscientos segundos pero ya no sería un cálculo que quede fuera del alcance de los ordenadores actuales, que es el concepto que se utiliza para definir la supremacía cuántica. Lo que ha conseguido Google es un hito brutal”, señala José Ignacio Latorre, físico de la Universitat de Barcelona (UB) que lidera la iniciativa para construir un ordenador cuántico en Catalunya. “Centrar el debate en la cuestión semántica de si se ha conseguido o no la supremacía cuántica sería un error. Es un avance extraordinario que hace cinco años nadie hubiera predicho”. Se había cuestionado si algún día se podría controlar en la práctica un ordenador cuántico suficientemente grande”, señala William Oliver en su artículo en Nature. Los nuevos resultados demuestran “la viabilidad de la computación cuántica en un espacio computacional excepcionalmente grande”, con un tamaño de por lo menos 10.000 billones de estados cuánticos. Además, “sugiere que los ordenadores cuánticos representan un modelo de computación fundamentalmente distinto del de los ordenadores clásicos”, lo que abre la vía a avances científicos y tecnológicos aún insospechados. Presentación del Observatorio del Impacto Social y Ético de la Inteligencia Artificial (OdiseIA)23/10/2019 La inteligencia artificial se está aplicando para mejorar muchos aspectos de nuestras vidas, pero también conlleva retos sociales y éticos. Por eso, hemos creado el Observatorio del Impacto Social y Ético de la Inteligencia Artificial (OdiseIA), que presentamos en sociedad en este evento, que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2019 en Google Campus for Startups Madrid. Intervenciones: - Presentación del evento (Mar Cabra, Periodista) - Discurso del Secretario General de Coordinación de Política Científica del Ministerio de Ciencia, Rafael Rodrigo Montero - Presentación de OdiseIA (Idoia Salazar, Investigadora Universidad CEU San Pablo) - IA Ignite Talks: *Richard Benjamins (Data & AI Ambassador, Telefónica) *Ana Jiménez Castellanos (Socia - Artificial Intelligence & Data Science, EY) *Ramsés Gallego (Strategist & Evangelist, Symantec) - Mesa redonda "El impacto social y ético de la inteligencia artificial, un reto multidisciplinar": *David Santos (Jefe del gabinete jurídico, AEPD) *Marta Peirano (Periodista, autora de "El enemigo conoce el sistema") *Javier Camacho (Profesor de Ética, Universidad Pontificia de Comillas) *Cristina Soguero (Investigadora, Universidad Rey Juan Carlos) - Discurso del Secretario de Estado para el Avance Digital, Francisco Polo El 26 de septiembre de 2019, Juan Ignacio Cirac, director de la División de Teoría del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, dio una conferencia en la Fundación Ramón Areces, organizada con la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y la Real Sociedad Española de Física, con el título ‘Ordenadores cuánticos: cómo, cuándo y para qué’. La inteligencia artificial puede ayudar a reducir las emisiones de hogares, cadenas de suministro y logística, mejorar los hábitos de consumo, el control de la deforestación y las predicciones meteorológicas y de demanda energética, según algunos de los mayores expertos de IA del mundo Por Karen Hao | traducido por Ana Milutinovic, 26 Junio, 2019. En MIT TECHNOLOGY REVIEW Algunos de los investigadores más importantes de inteligencia artificial (IA) han presentado una hoja de ruta que ilustra cómo el aprendizaje automático podría ayudar a salvar a nuestro planeta y a la humanidad del peligro inminente del cambio climático. El texto destaca el potencial del aprendizaje automático en 13 ámbitos, desde los sistemas eléctricos hasta las granjas y los bosques, y el pronóstico meteorológico. Dentro de cada punto, los autores desglosan las contribuciones que podrían hacer varias subdisciplinas del aprendizaje automático, incluida la visión artificial, el procesamiento del lenguaje natural y el aprendizaje reforzado. Las recomendaciones también se dividen en tres categorías: "alta influencia", para problemas que se ajustan bien al aprendizaje automático, y cuyas intervenciones podrían tener un impacto especialmente grande; "a largo plazo", para soluciones que no darán beneficios hasta 2040; y "alto riesgo", para búsquedas con resultados menos seguros, ya sea porque la tecnología no está madura o porque no sabemos lo suficiente como para evaluar consecuencias. Muchas de las recomendaciones también resumen los actuales esfuerzos en marcha pero que aún no se han desplegado a gran escala. El informe ha sido liderado por el experto postdoctoral de la Universidad de Pennsylvania (EE. UU.) David Rolnick. También ha recibido asesoramiento de varias personalidades de alto perfil, como el cofundador de Google Brain y destacado empresario y entrenador de IA, Andrew Ng; el fundador y CEO de DeepMind, Demis Hassabis; la directora general de Microsoft Research, Jennifer Chayes; y el reciente Premio Turing por sus contribuciones a este campo, Yoshua Bengio. Aunque los investigadores ofrecen una lista muy completa de algunas de las principales áreas en las que el aprendizaje automático podría contribuir, también señalan que la tecnología no es una bala de plata. En última instancia, la política será el principal impulsor de una transición climática efectiva a gran escala. A continuación, le presentamos 10 de las recomendaciones de "alta influencia" del informe. Puede consultar la versión completa aquí. 1. Mejorar las predicciones sobre la demanda de electricidad Si nuestra dependencia de la energía renovable va a ser cada vez mayor, las empresas de generación necesitarán mejores formas de predecir cuánta energía hace falta, en tiempo real y a largo plazo. Ya existen algoritmos capaces de pronosticar la demanda energética, pero se podrían mejorar en función del tiempo local y los patrones climáticos o el comportamiento en los hogares. Los esfuerzos para que los algoritmos sean más claros también podrían ayudar a los operadores de servicios públicos a interpretar sus resultados y usarlos a la hora de programar cuándo poner en marcha las fuentes renovables. 2. Descubrir nuevos materiales Los científicos deben desarrollar materiales que almacenen, capturen y utilicen energía de manera más eficiente, pero el proceso de descubrir nuevos materiales suele ser lento y sin garantías. El aprendizaje automático podría acelerar las cosas al encontrar, diseñanar y evalar nuevas estructuras químicas con las propiedades deseadas. Esto podría, por ejemplo, ayudar a crear combustibles solares, que son capaces de almacenar energía de la luz solar, o identificar absorbentes de dióxido de carbono más eficientes o materiales estructurales cuya fabricación requiere mucho menos carbono. Estos nuevos materiales podrían llegar a reemplazar al acero y al cemento, cuya producción representa casi el 10 % de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero. 3. Optimizar las rutas logísticas El envío de productos por todo el mundo es un proceso complejo y, a menudo, muy ineficiente. Requiere la interacción de diferentes tamaños de envíos, distintos tipos de transporte y una red cambiante de orígenes y destinos. El aprendizaje automático podría ayudar a encontrar maneras de agrupar tantos envíos como sea posible para minimizar el número total de viajes. Dicho sistema también sería más resistente a las interrupciones del transporte. 4. Facilitar la adopción de vehículos eléctricos Los vehículos eléctricos son una de las estrategias clave para descarbonizar el transporte. Pero su adopción se enfrentan varios desafíos en los que el aprendizaje automático podría ayudar. Los algoritmos pueden mejorar la administración de energía de la batería para aumentar el kilometraje de cada carga y reducir la "ansiedad por el alcance o de autonomía", por ejemplo. También pueden modelar y predecir el comportamiento de la carga añadida para ayudar a los operadores de redes a cumplir y administrar su carga. 5. Aumentar la eficiencia de los edificios Los sistemas de control inteligente pueden reducir drásticamente el consumo de energía de un edificio al analizar los pronósticos meteorológicos, la ocupación del edificio y otras condiciones ambientales. Este análisis les permite ajustar las necesidades de calefacción, de aire acondicionado, ventilación e iluminación en un espacio interior. Un edificio inteligente también podría comunicarse directamente con la red para reducir la cantidad de energía que utiliza si hay una escasez de suministro de electricidad con baja emisión de carbono en un momento dado. 6. Mejorar las estimaciones del consumo energético Muchas regiones del mundo tienen poca o ninguna información sobre su consumo de energía y sus emisiones de gases de efecto invernadero, lo que puede ser un obstáculo importante a la hora de diseñar e implementar estrategias efectivas de mitigación. Gracias a las imágenes de satélite, la visión artificial puede extraer huellas y características de los edificios para alimentar algoritmos de aprendizaje automático que pueden estimar el consumo de energía a nivel de una ciudad. Las mismas técnicas también podrían identificar qué edificios deberían modernizarse para maximizar su eficiencia. 7. Optimizar las cadenas de suministro De la misma manera que el aprendizaje automático puede optimizar las rutas de envío, también puede minimizar las ineficiencias y las emisiones de carbono en las cadenas de suministro de las industrias de alimentos, moda y bienes de consumo. Mejores predicciones de la oferta y la demanda podrían reducir significativamente los residuos de producción y transporte. Por su parte, las recomendaciones específicas sobre productos con bajas emisiones de carbono podrían fomentar un consumo más respetuoso con el medio ambiente. 8. Permitir la agricultura de precisión a escala Gran parte de la agricultura moderna está dominada por el monocultivo, que dedica un gran terreno a un único cultivo. Este enfoque facilita a los agricultores el manejo de sus campos con tractores y otras herramientas básicas automatizadas, pero también elimina los nutrientes del suelo y reduce su productividad. Como resultado, muchos agricultores dependen en gran medida de los fertilizantes a base de nitrógeno, que pueden convertirse en óxido nitroso, un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono. Los robots inteligentes podrían ayudar a los agricultores a gestionar una mezcla de cultivos de manera más efectiva a escala, mientras que los algoritmos podrían ayudar a los agricultores a predecir qué cultivos plantarán, regenerando la calidad de sus tierras y reduciendo la necesidad de fertilizantes. 9. Controlar la deforestación La deforestación contribuye a aproximadamente el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero su seguimiento y prevención suelen ser un proceso manual tedioso sobre el propio terreno. Las imágenes satelitales y la visión artificial pueden analizar automáticamente la pérdida de la cubierta arbórea a una escala mucho mayor, y los sensores del suelo, combinados con algoritmos para detectar sonidos de motosierra, pueden ayudar a las autoridades locales a detener la actividad ilegal. 10. Concienciar a los consumidores para que adquieran mejores hábitos Las técnicas de IA que los anunciantes han empezado a usar para dirigirse a los consumidores también se pueden utilizar para ayudar a que nos comportemos de una manera más respetuosa con el medio ambiente. Los consumidores podrían recibir avisos personalizados para promover su inscripción en programas de ahorro de energía, por ejemplo. DOCUMENTAL emitido en la 2 de RTVE. sobre calentamiento global . LA VANGUARDIA La gran apuesta cuántica de Europa Llegará un día en que los relojes cuánticos se utilizarán en las negociaciones de alta frecuencia del sector financiero y ayudarán a dar estabilidad a los mercados. Los sensores cuánticos, que ya se han empezado a aplicar en técnicas de neuroimagen y detectores de partículas, se emplearán a gran escala para múltiples tipos de mediciones. Las comunicaciones cuánticas unirán las principales ciudades europeas en una red a prueba de hackers. Los simuladores cuánticos permitirán crear nuevos materiales, por ejemplo para hacer aviones más eficientes o desarrollar energías verdes. Los ordenadores cuánticos permitirán realizar cálculos hoy imposibles hasta para los superordenadores más potentes… Para prepararse para este futuro que se avecina, la Comisión Europea invertirá mil millones de euros en los próximos diez años en el Quantum Flagship (literalmente: Buque Insignia Cuántico). El volumen de la inversión lo sitúa en estos momentos como el proyecto científico y tecnológico mejor dotado del continente para la próxima década, lo cual refleja que la CE considera las tecnologías cuánticascomo una prioridad estratégica para no quedar rezagada respecto a Estados Unidos y China. “La iniciativa tiene el objetivo de situar Europa en primera línea de la segunda revolución cuántica, que ahora se está desplegando en todo el mundo”, destaca un comunicado difundido ayer por la Comisión Europea con motivo de la presentación del Quantum Flagship en Viena. Los proyectos que se financiarán “están destinados a que la investigación de física cuántica que se hace en los laboratorios llegue a los mercados a través de aplicaciones comerciales”. El objetivo es impulsar una nueva industria tecnológica a partir de la investigación que se hace en los laboratorios La primera revolución cuántica fue científica. Se produjo a principios del siglo XX cuando se descubrieron los principios de la mecánica cuántica. Aquella primera revolución transformó la física y dio lugar a avances como láseres, transistores y tecnologías de imagen médica. “La segunda revolución, que ahora empezamos, utiliza ingredientes genuinamente cuánticos que tendrán aplicaciones espectaculares”, destaca Lluís Torner, director del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO) en Castelldefels y único científico español que ha formado parte del grupo de trabajo nombrado por la CE para diseñar el proyecto. “El Flagship se ha creado para que Europa tenga un papel destacado en el desarrollo de estas nuevas tecnologías”. Para los primeros tres años, desde octubre del 2018 hasta septiembre del 2021, se ha aprobado una inversión de 132 millones de euros que se destinará a 20 proyectos de investigación seleccionados entre 140 candidatos. En estos tres primeros años deben sentarse las bases para que, a partir de los proyectos financiados, puedan desarrollarse en los siete años siguientes aplicaciones comerciales que den lugar a una nueva industria y que beneficien a los ciudadanos. Alemania, que lidera seis de los veinte proyectos financiados, destaca como el país que recibirá más fondos de la CE en la primera fase del Quantum Flagship. Es también el país que más ha apostado por el desarrollo de las tecnologías cuánticas, con una inversión prevista de 600 millones de euros. Uno de los objetivos del Flagship es estimular a los estados miembro de la Unión Europea a subir al tren de las tecnologías cuánticas desde el principio, antes de que acelere y sea demasiado tarde para subir. “La mayoría de países de la UE tienen programas nacionales vigorosos al respecto con el objetivo de aprovechar los beneficios industriales y sociales que se derivarán del Flagship en las próximas décadas”, señala Lluís Torner. “Por desgracia, España aún no lo ha hecho”. Bruselas considera el proyecto una prioridad estratégica para competir con China y EE.UU. El Gobierno español estuvo representado en el acto de presentación del Quantum Flagship celebrado ayer en Viena por Teresa Riesgo, directora general de Investigación, Desarrollo e Innovación en el Ministerio de Ciencia, quien expresó una opinión diametralmente opuesta a la de Lluís Torner y a la del físico Ignacio Cirac (véase entrevista de la página 25). “Quisiera destacar que España tiene un fuerte compromiso con este Flagship”, declaró Riesgo en su discurso ante los representantes de la comunidad científica, del sector industrial y de los gobiernos de la UE reunidos en el palacio Imperial de Hofburg. Riesgo citó, como ejemplos de “excelentes grupos de investigación” en tecnologías cuánticas, “el consejo español de investigación, el CSIC, que es uno de los mayores de Europa”, así como “actividades regionales en Madrid”. Curiosamente, no citó al ICFO, el único instituto de España que lidera proyectos del Flagship. Se han definido cuatro áreas en las que se espera que las tecnologías cuánticas aporten avances tangibles en los próximos años, así como una quinta área de investigación básica para proyectos cuya viabilidad comercial es más incierta. Noventa de los 140 proyectos presentados (un 64%) corresponden a esta categoría de investigación básica, lo que refleja que las posibles aplicaciones comerciales aún son minoritarias en las investigaciones sobre tecnologías cuánticas. Finalmente, siete de los veinte proyectos seleccionados (un 35%) son de investigación básica. Las comunicaciones cuánticas y los sensores cuánticos reciben cuatro proyectos cada una (20%). La computación cuántica y las simulaciones cuánticas, dos (10%). Y una última partida presupuestaria se destinará a acciones de coordinación y soporte para los otros proyectos. El ICFO lidera dos proyectos europeos El Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), con sede en Castelldefels, lidera dos de los veinte proyectos financiados en la primera fase del Quantum Flagship. Esto le sitúa como la institución europea que lidera más proyectos y la única de España que lidera alguno. Por un lado, lidera el proyecto CiViQ, el único del Flagship que está orientado a desarrollar redes de comunicación seguras. En dichas redes se aprovecharán los principios de la física cuántica para que sea físicamente imposible interceptar los mensajes. “A diferencia de otros proyectos, en que primero creas una tecnología y después te preguntas qué puedes hacer con ella, nosotros nos hemos preguntado qué necesitan los operadores de comunicación y a partir de ahí definimos cómo podemos mejorar la seguridad”, explica Valerio Pruneri, investigador Icrea en el ICFO y coordinador del proyecto. En CiViQ participan las operadoras Telefonica, Orange y Deutsche Telekom, que indican a los investigadores qué necesitan -por ejemplo, cuál es el nivel de seguridad requerido según el tipo de datos que se transmiten–. Participan también fabricantes como Nokia y Huawei. La Comisión ha destinado 10 millones de euros al proyecto –el mayor importe previsto en la primera fase del Flagship–, en el que participan un centenar de investigadores de 21 instituciones de nueve países. El otro proyecto liderado por el ICFO está orientado a desarrollar dispositivos de dos dimensiones que se puedan integrar en redes de comunicación cuánticas. Dotado con tres millones de euros para tres años, “es un proyecto de ciencia básica para demostrar que esta tecnología de dos dimensiones funciona”, explica su coordinador, Dmitri Efetov. “Al final de los tres años, habrá que compararla con otras redes cuánticas con arquitecturas diferentes. Pero a priori tiene el potencial para convertirse en uno de los pilares de las futuras redes de comunicación cuántica”. En esta charla, los expertos Fran Ramírez y Enrique Blanco han explorado de una forma amena los posibles escenarios del futuro de la IA a través de las películas de ciencia ficción. |
José Manuel Rábade RocaPh.D. Ciudadano crítico. Trabajando e investigando en seguridad, pero ante todo abierto al cambio. Archivos
Noviembre 2023
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